Zaragoza se convierte para mí en momentos exclusivos de Futsal, aunque mis idas y venidas durante este año me han dejado otro tipo de recuerdos, difíciles de olvidar. Recuerdos que al llegar, te predisponen a una sensibilidad especial. Recuerdos que te transportan a momentos y sensaciones que forman parte del tatuaje invisible que la vida va grabando a cada uno.
Pero tuve que cambiar la sensibilidad por la intensidad, porque encontrarte con Jean y con Paco en un aparte, significa entrar de lleno en materia, en inquietudes, en reflexiones, en propósitos, en esfuerzos…
Rápidamente te das cuenta que formas parte de ese círculo invisible que decía Iñaki, en el que te encuentras tan cómodo que no necesitas esforzarte por una causa común, por la que todos los que estamos seguimos como el primer día: "trabajar para el entrenador de fútbol sala".
El orden del día era largo y completo, pero derrochaba imaginación, ilusión y buen criterio.
Siempre llego al mundo de Anefs ávido de colaborar, inquieto por recibir nueva información, exultante por empujar en los proyectos de siempre y en los nuevos, satisfecho por traer cualquier pequeña aportación.
Y como siempre el juego era recíproco, la entrega completa.
La satisfacción de avanzar con ideas estructuradas, con proyectos ilusionantes, con criterios y con las bases de siempre, te permiten percibir el aire familiar que tanto me ha cautivado. Me encanta la capacidad que tenemos de darnos satisfacción mutua tan sólo con el simple desarrollo de un trabajo consciente y constante.
Desde que comencé a formar parte del trabajo diario de Anefs, siempre me he sentido tremendamente orgulloso de la solidez del proyecto, basado en un par de ideas, que dan exclusividad y sencillez, definiendo a la vez la filosofía y el trabajo que todos nosotros desarrollamos.
Ese par de ideas consiguen convertirla en una asociación con una inigualable y envidiable unión, que nacen de la propia esencia de quien la preside, y que le ha permitido alcanzar unos objetivos realmente difíciles de conseguir para cualquier otra persona.
Anefs destila coherencia de ideas y transparencia económica.
Jamás he visto un interés fuera del conocido. Nunca he notado presiones ni influencias inadecuadas. Siempre hemos sido fieles a las propias ideas, sin importarnos quien quería o dejaba de querer ser amigo nuestro. Y quien alguna vez tuvo tentación de acercarse al interés económico, dejó hace tiempo de estar con nosotros.Desde fuera nos han querido ver de distintos colores, tal vez más preocupados en buscar lo que no somos, que lo que realmente conseguimos ser y hacer. Pero no hay más.
Ese par de criterios es el secreto del trabajo bien hecho, de los objetivos alcanzados, de la referencia para muchos, y cada vez más para el extranjero.
Una reunión de junta directiva nos sirve para afrontar el reto de nuevos proyectos anuales, orientados hacia unos objetivos simples pero eficaces.
Pero a la vez, nos permite recordar que hemos llegado hasta aquí, disfrutando con lo que hacemos y con quien tenemos al lado. Hemos esbozado ideas en las áreas de Delegaciones, en la Económica, en la Social, en la Jurídica, en la de Comunicaciones…Y espero que le podamos ir dando forma con el paso de los meses, porque será agradable disfrutarlas y compartirlas.
Finalmente, el sábado por la mañana cerramos la sesión valorando la posición tan sólida que tenemos actualmente, a pesar de la difícil situación global de crisis en la que todos nos encontramos.
Pero volvemos con la carpeta tan llena de ideas, que si al final tan sólo conseguimos desarrollar una pequeña cantidad de ellas, seremos capaces de conseguir lo que hasta ahora nos ha llevado hasta esta situación de respeto nacional.
Pero la mejor forma de acabar este fin de semana tan completo de fútbol sala, era pisar una pista. Bueno, al menos pisarla de forma simbólica, porque verdaderamente la pista de Zaragoza tenía un buen par de estrellas principales.
Saludar a Jesús Candelas y a Santi Herrero mientras organizaban su enfrentamiento, me hacía mucho más participe que cualquier otro simple espectador en la grada.
Fue un partido intenso y con una gran riqueza táctica. Una primera parte con muy buena colocación por parte de Zaragoza, donde se imponía su defensa a ½ pista, y su esfuerzo y concentración colectivos. El equipo de Santi estuvo realmente acertado buscando las diagonales largas como segunda opción, y siempre buscaron la finalización como objetivo de posesión.
Defensas y ataques muy posicionales, pocas transiciones de ambos y esfuerzos variados por parte de Inter para cambiar el ritmo del partido, cambiando la altura de la defensa en función de su quinteto de pista.
Buen premio en definitiva para Sala 10 ante un tanto desorientado Inter.
Pero segunda parte donde poco a poco, tanto el peso de la calidad madrileña individual como el de sus estrategias (3 goles con boleas exteriores a balón parado), le iban dando el valor diferenciador que le permitiría conseguir al final un acertado triunfo.
Zaragoza apretó hasta el final con portero jugador, y rozó el empate. Pero su esfuerzo pesaba por el corto número de efectivos de que disponían.
Un final presumible por la diferencia en la clasificación y en las plantillas, pero con un desarrollo mucho más interesante de lo que a priori algunos podrían pensar.
Y de ahí que nos vamos despidiendo del montón de gente para el que Paco Beltrán siempre tiene un saludo y una mano de confraternidad. De las despedidas al asiento, y del asiento al otro mundo, al de todos los días, a ese mundo que siempre le pedimos un poquito más… de todo, aunque a veces esté cargado de dura realidad.
Volveré, espero, en verano, a colaborar en la última fase de formación de los chicos de 3º Nivel, y tal vez con un nuevo grupo de 2º Nivel…para respirar de nuevo mucho fútbol sala…siempre unido a Zaragoza.
Vocal de Actividades Sociales de Anefs